Llegue al inicio de la ruta en taxi e inicie a correr poco antes de las 8 am, la ruta la corrí solo. La primera mitad de la ruta es la ciclopista de la CDMX, pavimento, ideal para llevar un buen ritmo, vas en una subidita constante pero nada complicada. Después de 30K, mas o menos cruzando Tres Marías, inicia un sendero a veces de tierra, a veces de piedras, es un sendero ancho donde cabe un coche o camioneta. Llevaba la ruta en mi reloj y fui siguiendo la ruta, casi en ningún momento dude de por donde ir, salvo casi llegando a Tepoz donde no me fije en una vuelta y corrí como 300 m extras, pero rápido al ver el reloj me di cuenta que ya iba mal y regrese al camino correcto. Durante el camino encuentras poblados donde hay tienditas y lugares para comer, yo intente no parar en ningún momento, solo hice una parada para una recarga de celular, tomar una coca cola y de nuevo a correr. Al principio de la ruta es cuando mas gente, conforme vas avanzando pues solo de vez en cuando te encuentras sobretodo a personas en bicicletas de montaña o habitantes de los pueblos. La ruta muy segura, en ningún momento sentí peligro, lo más peligroso fueron tres o cuatro perros que me persiguieron un momento, pero todo lo soluciona el viejo truco de hacer la finta de agarrar una piedra y hacerte el valiente. Los últimos 7K ya son de bajada sobre una carreterita que va hacia el centro de Tepoz, ahí ya llevaba las piernas con dolores pero ya estaba a punto de llegar y quería hacerlo en menos de seis horas por lo que seguí trotando hasta el final, mi ritmo esos 7K, aún y cuando era bajada, ya había disminuido bastante.
Llevaba 750 ml de agua y 1 litro de electrolit, tambien me comi 1/2 snickers, 1/2 gel energético, 1/2 panditas, unos cuantos frijolitos energéticos, 200 ml de coca cola y listo.
De tenis al final creo que fue buena decisión llevar los Asics Novoblast, sobretodo por la primera mitad, aunque en la segunda si extrañe mis tenis para trail, cualquiera de los dos hubieran servido.
Llegando ya estaba Romina esperando, nos fuimos a dar un chapuzon a la alberca, baño y en lugar de una caguama Corona como Werner van Rooyen, nos dimos un mezcal como lo merecen las tierras aztecas en las faldas del Tepozteco.